Conclusión del Sitio de Rosas (IX).

Día 3 de diciembre de 1808.

Sitio de Rosas

Durante la noche anterior la guarnición de la ciudadela hizo una vigorosa salida, para ver de sorprender á los enemigos que ocupaban la poblacion y las obras de ataque que tenían en aquel punto. El fuego duró una hora y el combate fue muy sangriento, sin que los sitiados pudiesen lograr su intento.

Como el enemigo trabajaba en la construcción de una nueva batería en el punto llamado La Losa, la plaza y el fuerte dirijieron allí sus fuegos con preferencia, sin dejar de dirijirlos también á los demás puntos de ataque.

Día 4 de diciembre de 1808.

Sitio de Rosas

Continuó el fuego con igual viveza por una y otra parte y á los mismos puntos.

Día 5 de diciembre de 1808.

Sitio de Rosas

Apurados todos los medios de defensa y estando ya prácticable la brecha de la Ciudadela, capituló honrosamente, quedando la guarnición prisionera de guerra. El bravo Fitz-gerald y los defensores del fuerte de la Trinidad fueron mas afortunados, pues al ver que no podían defenderse, se pusieron de acuerdo con Lord Cockrane y depués de volar las municiones, lograron embarcarse todos en la escuadra inglesa, cosa que no pudo hacer la guarnición de la Ciudadela, por tener los franceses ocupada la población y por haber tenido las embarcaciones que ausentarse del fondeadero.

Perdiéronse en este suceso cerca 2.300 hombres que fueron conducidos a Francia.

Saint-Cyr escribía desde Figueras á Duhesme con fecha 7 diciéndole "Antes de ayer, 5, capituló la plaza de Rosas, así como el castillo de la Trinidad; habiendo encontrado sesenta piezas de artillería. Toda la guarnición, fuerte de tres mil hombres, está prisionera de guerra; ella ha dormido esta noche en Bellegarde. Los ingleses han abandonado el golfo".

La primera noticia de la pérdida de Rosas que llegó á Gerona, fue la del abandono del fuerte de la Trinidad, de la que el Diario de Gerona del día 8 dio cuenta en los siguientes términos:

"En la mañana del día 5 del corriente evacuaron los nuestros el Castillo de la Trinidad, cuya guarnición entró felizmente el mismo día en el puerto de la Escala. Apesar de los gloriosos esfuerzos de los defensores Anglo-hispanos de aquell Castillo, era inevitable este resultado, atendida la imposibilidad en que nos hallábamos de obligar el enemigo á que levantase el sitio antes de su evacuación: ni creemos que esta notícia debe debilitar en manera alguna la confianza, que debemos poner en los desvelos, con que el gobierno procurará impedir las consequencias de este suceso; antes bien esto debe estimularnos á proseguir con mayor entusiasmo hasta arrojar de nuestro suelo á los que vanamente intentan esclavizarnos".

La capitulación de la plaza tardó más en saberse y de ella se hizo cargo, el mismo Diario del día 10, en los siguientes párrafos:

"Como estaba interceptada la comunicación con la Plaza de Rosas, según anunciamos en el número 137, y por consiguiente no se había recibido desde entonces oficio alguno, no podíamos dar notícias positivas de su estado, aunque no dudábamos qual podia ser su suerte desde la evacuación del Castillo. Ahora sabemos ya positivamente que el Lord Cockrane, que ha venido á esta Ciudad, y por un fusilero prisionero que ha podido escapar desde Figueras, que en el mismo día cinco se rindió la Plaza de Rosas, quedando su guarnición prisionera de guerra con todos los honores Militares y su equipaje. Apesar de este funesto acaecimiento, será una verdad notoria que la defensa de esta Plaza y Castillo ocupurará un lugar muy distinguido entre las glorias de nuestras armas, hará inmortal al Coronel D. Pedro O-Daly, Teniente Coronel del Regimiento de infanteria de Ultonia, y Gobernador interino de aquella Plaza, y á la Guarnición de ambas fortalezas.

"Un sitio el más empeñado por espacio de un mes, en que los enemigos incesantemente han estado arrojando bombas, granadas, y balas, tomada ya y quemada en los últimos días la Población, en la que pusieron una batería á medio tiro de fusil de la Plaza; caído el lienzo que mira á la Villa por las extraordinarias lluvias, que sobrevinieron en los primeros días del sitio, abierto en él un portillo por el que podia entrar 25 hombres á la par, y cerrado solamente con madera y tierra con un infatigable trabajo y faena de la guarnición, á que contribuyeron con la mayor actividad y zelo los Ingleses; y por otra parte la Plaza no había tenido composición alguna desde que la dejaron los franceses por la Paz de 1795, pareciendo más bien un corral que una Fortaleza, sin más cubierto que un pequeño almacén, y una casi arruinada Iglesia, sin haber trozo alguno á prueba de bomba. Todas estas circunstancias hacían que la Plaza no pudiese defenderse por mucho tiempo; sin embargo se ha sostenido con valor hasta que la lluvia de bombas y granadas que caía sobre ella voló los repuestos de la pólvora, y arruinó la Iglesia, envolviendo en sus escombros á muchos infelices refugiados en aquel débil asilo. Entonces aquel imperturbable y valiente Gobernador, que en su desesperada situación, y abandonado á si mismo, empleó los últimos recursos del arte para entretener la actividad de enemigo, y clamar por el socorro justamente debido á sus esfuerzos y los de su guarnición, viéndose ya impoisibilitado apeló á su prudencia, y procuró en su rendición sacar de sus enemigos todo el partido posible.

"Componian la guarnición un grueso destacamento del Regimiento de Ultonia infanteria de línea, el Regimiento de Borbon idem, 100 suizos de Wimfen, el segundo de Voluntarios de Barcelona, infanteria ligera, los Tercios de Migueletes primero de Lérida, segundo de Figueras, y el de Igualada, y los Artilleros correspondientes para el servicio de las piezas, á los que se habian agregado algunos de la marina inglesa. Estos cuerpos que tenian muchas baxas antes del sitio, quedaron muy incompletos quando se rindieron por las muchas pérdidas que habian sufrido durante el mismo. Algunos genios ligeros, que solo aprecian las empresas militares por el éxito que han tenido, desestimarán acaso el mérito de nuestros valerosos hermanos; pero la perspicacia y prudencia de los Patricios sensatos sabrán discernir y penetrar hasta donde lleguen sus obligaciones".

Perdida la plaza de Rosas, el brigadier Álvarez comprendió que no podia sostener por mas tiempo su línea del Fluviá, delante un ejército tan numeroso y aguerrido como el de Saint-Cyr. En su virtud, se replegó al paso del Ter, á la vista de Mediñá, cubriendo así á Gerona de un golpe de mano, que era lo que meditaba el general francés. Estableció su cuartel general en Celrá y mandó ocupar las alturas inmediatas á Montjuich y Puente Mayor.

Emilio Grahit y Papéll




Infanteria de Línia. Fuseller del Regiment Aragó. Dibuix de Fèlix Xunclà. Basat en "Uniformes Militares Españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, Málaga, 1982.



Infanteria de Línia. Fuseller del Regiment Fix de Ceuta. Dibuix de Fèlix Xunclà. Basat en "Uniformes Militares Españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, Málaga, 1982.


Bibliografia.

Extret de "Reseña histórica de los Sitios de Gerona en 1808 y 1809". Emilio Grahit y Papéll, Imprenta y libreria de Paciano Torres, Gerona. 1894.


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