Segundo Sitio de Gerona (VIII).

Día 31 de julio de 1808.

En las descubiertas de las guerrillas de Montjuich y Capuchinos, hubo mucho fuego. Estas últimas se adelantaron tanto que se metieron en el llano, lo que visto por el jefe de día que lo era el coronel de Ultonia D. Antonio O-Kelly, envió un refuerzo de 50 hombres del segundo de Barcelona con su oficial D. Luis Puig, al mismo tiempo que para distraer al enemigo por la parte de Montilivi, destacó otro el gobernador de Capuchinos D. Carlos Montignani de 50 migueletes, mandados por el capitán D. Narciso Bou y Conchs, y no solo los rechazaron, si que también los acorralaron detrás de las casas de Palau Sacosta, volviendo los nuestros por la puerta del Areny, cargados de despojos, mochilas, fusiles y útiles.

En este día regresó á Rosas, el capitán de navío inglés, Sir Roberto Waller-Otway. Durante su estancia en esta ciudad examinó el estado de la plaza, deteniéndose en todos los castillos, fuertes y baluartes, quedando muy bien impresionado de la fortificación, así como muy satisfecho de la buena acojida que había hallado en la guarnición y vecindario. Al visitar la oficina de los cartuchos y ver ocupada en aquel trabajo, tanta clase de jente inútil para el servicio, se enterneció hasta saltarle las lágrimas, diciendo que nunca había concebido un entusiasmo tan exaltado.

Apesar de las medidas hasta entonces tomadas, la situación económica era por demás deplorable. Agotados todos los recursos, inclusos los donativos que se iban recogiendo y acumulándose diariamente, por las nuevas y más graves atenciones á las que era indispensable acudir, acordó la Junta pedir un préstamo sin interés reintegrable cuando lo permitiese el estado de la Nación, distribuído en proporción á las utilidades de cada contribuyente. En su virtud formado el correspondiente reparto, se hizo saber á cada contribuyente, su respectiva cuota por medio de la siguiente circular:

"La absoluta falta de arbitrios, y el aumento progresivo de los extraordinarios gastos, con que es preciso atender á la defensa de la Religión, del Rey, y de la Pátria, obligaron á esta Superior Junta de Gobierno á echar mano de todos los depósitos existentes de que pudo adquirir noticia, y á solicitar de los Cuerpos, y Particulares pudientes, un donativo gratuito, entregándose á la justa confianza de que todos los buenos Ciudadanos, estimulados por su propio honor y patriotismo, se prestarían con el mayor gusto á un servicio tan esencial, y el primero y más sagrado de nuestras obligaciones. Por este medio pudieron cubrirse los crecidos gastos de las primeras empresas; pero agotados ya todos estos recursos, y acumulándose diariamente nuevas, y más graves atenciones, á que es indispensable acudir, la Junta se halla en la dolorosa necesidad, por más que repugne á su corazón, de exigir de todos los buenos Patricios esfuerzos proporcionados á sus facultades respectivas; pero sacrificios suaves, que consintiendo en la temporal privación de una parte del numerario que tienen en su poder, les asegura más su posesión, librándolo de las contingencias de la guerra, y depositándolo en los fondos públicos que tienen por garantia todos los bienes de la Nación. Tal es el medio de un préstamo patriótico sin interés con la calidad precisa del reintegro que se verificará luego que las urgencias de la Monarquia lo permitan. De este modo todos los buenos Ciudadanos serán participantes del honor y satisfacción de perpetuar la memoria de su zelo y amor en beneficio de la Pátria y de conservar con mayor seguridad aquellos mismos caudales, que despues podrán necesitar para sus negocios, y especulaciones interiores. Si este medio parece extraordinario, tambien lo son las circunstancias difíciles en que nos hallamos; á lo ménos nadie podrá calificarlo de exorbitante ni injusto, porque se dirije al primero y mas sagrado de nuestros deberes, como es la defensa de la Religión, del Rey y de la Pátria, que sería un insulto inculcar á todos los que gozan del inestimable beneficio de nacer y vivir en la sociedad. Quanto mayores son los males que nos rodean, tanto mayor debe ser nuestro esfuerzo para remediarlos sin perdonar ningún género de sacrificios, pues quando versa de la salud de la Patria que es la Ley suprema, cesan todos los demás respetos. ¿Y quando podremos invertir mejor, ni mas utilmente nuestros caudales que en la causa que justamente ocupa á toda la Nación Española? ¿Quando se ha presentado á nuestro Patriotismo un objeto más digno de nuestras atenciones, y del sacrificio glorioso de nuestras haciendas y vidas? En consequencia la Junta movida por estas razones incontestables, y de las imperiosas y gravísimas urgencias en que se halla, no pudiendo acudir á los inmensos gastos que causa la defensa comun, hallándose ya la Tesorería absolutamente exausta de fondos; ha resuelto después del más diligente y maduro examen exigir un préstamo patriótico en los terminos sobre insinuados; y tocante á V. ... la cantidad de... ll ... s. le previene que inmediatamente la ponga y haga efectiva en poder del Tesorero D. Josef Valencia, quien le entregará el correspondiente resguardo, que formalizado despues debidamente por la Contaduría, que está á cargo de D. Manuel Aleñá, le servirá de Documento de crédito para el reintegro luego que cesando las nhecesidades de la Monarquia pueda esta cubrir estas legítimas deudas. La Junta espera del conocido zelo y patriotismo de V. ... que no opondra excusa, ni dilacion alguna á la entrega de dicha cantidad, que en las actuales circunstancias no podrian ser escuchadas y menos admitidas, antes bien si por un esfuerzo de su amor á la Religión y á la Patria, quiere V. ... aumentar aquella suma, la Junta le quedará sumamente agradecida, y todos los buenos Ciudadanos le mirarán con el mayor respeto, distinción y aprecio. Gerona 31 Julio de 1808.== Julian de Bolibar".

Emilio Grahit y Papéll




Maravedí de Carles III, 1776. Anvers



Maravedí de Carles III, 1776. Revers



Moneda de Carles III, 1776. Anvers (Wikipèdia)



Moneda de Carles III, 1776. Revers (Wikipèdia)


Bibliografia.

Extret de "Reseña histórica de los Sitios de Gerona en 1808 y 1809". Emilio Grahit y Papéll, Imprenta y libreria de Paciano Torres, Gerona. 1894.


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