Entre las noticias relativas al sitio se lee lo siguiente.—“Quando Napoleon mandaba conquistar á Gerona en el mismo tono que un Sr. manda á su criado traer un vaso de agua, estaría muy distante de pensar que un castillo humilde á los ojos de sus mismas tropas, quando con la máscara de la amistad nos prodigaba felicidades al paso por esta ciudad, vendría á ser sepulcro de Alemanes, Italianos, Polacos y Franceses! 82 bocas de fuego en 18 baterías colocadas al rededor de un cuadrado regular en el espacio de mas de un mes y medio en lugar de quebrantar la constancia de su valerosa guarnición, solo sirven par dispertar mas su animosidad y excitar el furor de los soldados Españoles.
“El tino ventajoso de nuestra artillería hizo volar la torre de San Luis, en donde tenía el principal repuesto de pólvora para aquella montaña y un considerable numero de personas; y para mas confundir y aun aterrar la soberbia de estos napoleones, salen 5 soldados á las dos de la tarde con sus camisas embradas del castillo, corren mucha parte del foso, las clavan con toda serenidad en las baterías enemigas y se vuelven dejando burlada la vigilancia francesa. Otros 4 observan que el viento era contrario para prender el fuego y se determinan á repetir el arrojo, logrando incendiar á su satisfaccion aquellas faginas, cuyas llamas duraban toda la tarde, siguiéndose de una y otra parte un terrible fuego de fusilería y artillería”.
Durante la noche anterior se trabajó en el castillo de Montjuichen reparar los parapetos de la cortadura y de la cortina en el frente, atacado. Se limpiaron los terraplenes. En el baluarte de la izquierda del frente al poniente, se reforzó el flanco que batía á la trinchera, con faginas y pipas llenas de tierra.
Los enemigos en toda la noche hicieron su acostumbrado fuego, al que correspondió con igual actividad el castillo.
Las llamas de la batería incendiada, siguieron toda la noche y mañana siguiente á pesar de los esfuerzos que hicieron sus defensores para apagarlas.
Al amanecer se observó que habían abandonado del todo el trabajo de la misma batería; que sobre la prolongación de la capital del baluarte de la derecha y á la izquierda de ella habían construido un espaldón y colocado detrás de él un mortero; y que habían colocado un cañón de á 16 frente de la primera tronera de la cara izquierda del rebellín.
Con estas dos piezas y con las demás rompieron el fuego al amanecer, habiendo inutilizado la cureña del obus de á 8 colocado en la dicha tronera, cuya pieza se retiró y se colocó en la gola mirando á la brecha.
Durante el día continuó el enemigo sus trabajos, alargando el citado espaldón por su izquierda, y reponiendo, con actividad, los destrozos causados por la voladura de la torre de San Luis.
En el castillo se trabajo en construir un repuesto de polvora, con pipas, sacos y faginas en el frente al poniente, una esplanada para un mortero en la misma plaza de armas, rodeada de dos espaldones, y se continuó la construccion del camino carretero.
El enemigo intentó incomodar este último trabajo, á cuyo efecto apostó sus tiradores en las ruinas de la torre de San Juan. En su vista el general Alavarez dispuso que los tenientes del segundo de Barcelona, D. José Camps y D. Vicente Llorens, con un piquete del mismo cuerpo, hiciesen una salida para desalojarlos. Verificada esta salida empeñose un vivo tiroteo de fusil por ambas partes, pero apesar del empeño del enemigo hubo de ceder al ardimiento de los nuestros y retirarse á sus trincheras.
El fuego de la plaza, del castillo y de las baterías fue bastante vivo en todo el día.
Las baterías colocadas en la trinchera, desde que rompieron el fuego causaban diariamente una pérdida de diez y ocho ó veinte hombres, entre muertos y heridos, cuyas bajas no era posible reemplazarlas con la guarnición de la plaza, por que esta apenas era suficiente para cubrir los puntos mas precisos. Además de esta notable pérdida, casi toda la artillería había sido desmontada, á escepción de los morteros y de las piezas colocadas en los flancos, que se reemplazaban diariamente. Todos los demás fuegos estaban apagados, hallándose la tropa sin resguardo en los parapetos del todo arrasados. Lo que se habilitaba durante la noche, después del amanecer quedaba en pocas horas completamente destruido.
La conducta de la guarnición de Montjuich sosteniéndose en aquellas ruinas frente á un enemigo tan poderoso y tan cercano, era verdaderamente heroica.
Parte del Gobernador de Montjuich.
“Los enemigos han abandonado la batería que construian últimamente, en la que dura todavía el fuego que se le pegó ayer tarde. No se observa hoy ninguna obra nueva y solo si que estan trabajando en la torre de San Luis para recomponer la batería que allí tenian, respecto de haber sido volada como dige en el parte de ayer.
“El fuego del enemigo ha sido vivísimo durante la noche, particularmente de cañón y morteros”.
