Día 15 de setiembre de 1809.

Santoral: noticias del sitio: observaciones acerca los errores en que incurrían varias gacetas al ocuparse de Gerona: y bando del día 12.

Entre las noticias del sitio se lee:-- "Las bocas que en toda la mañana y día de ayer hicieron un fuego horrendo y tenacísimo contra las brechas, murallas y ciudad, eran las siguientes: en la del Pilar, quatro cañones: en la de la izquierda del camino de Monjuich, cinco; los quatro batían la muralla de San Cristobal y quartel de los alemanes y uno incomodaba el baluarte de Santa María : en la de la derecha del mismo camino, tres: en la del olivar, tres: en la del foso de Monjuich, quatro: y en el castillo, dos y un obus contra San Cristóbal y la Catedral. Algunos de estos fuegos correspondian á los de la Plaza que fueron muy acertado é hicieron bastante destrozo en las baterías enemigas. Han de añadirse dos morteros colocados á la derecha de la puerta de Montjuich, que disparan por la noche bombas del mayor calibre, las que por la elevacion de donde vienen y la que toman, causan mayores estragos que las que hasta ahora habíamos visto".

Las observaciones indicadas acerca los errores de algunas gacetas al ocuparse del sitio de Gerona, eran las siguientes:

"Gerona no necesita exageraciones, ni menos relaciones supuestas para hacerse digna de ser colocada entre las primeras hijas de la Patria. Un sencillo detalle, ingenuo y natural es bastante para excitar la admiración, y aun el asombro de quantos formen un justo concepto en la lectura de los hechos que van ocurriendo. Baxo este principio es de nuestra obligacion corregir las noticias que, nacidas de un falso origen, o de una equivocada perspectiva formada en algun punto de vista á lo lexos, corren por los papeles públicos impresos fuera de esta Plaza; y como ésta está tan rigurosamente circunvalada, solo por casualidad suelen llegar algunos aunque atrasados. Entre estos hemos leido la Gazeta del Principado, del 28 de Julio, en que con notable equivocacion refiere los asaltos que sufrió Monjuich durante el 6 al 16 de julio. Omite el asalto del 8 que fue el que coloca en el 6, y en el 4 dieron el primero; este y el del 10 al 11 no fueron de tanta consideracion como el del 8. Asimismo supone que el 15 y 16 atacaron la plaza los enemigos, siendo así que estando en el 5º mes el sitio no ha intentado aun ataque alguno contra ella, á la que miran con demasiado respeto, sin embargo de las brechas abiertas ha un mes: se acuerdan demasiado los franceses de Monjuich para que se atrevan á renovar aquellas escenas, que la deplorable ceguera (según Verdier) supo representar en aquella memorable montaña de los muertos, como la apellidaba un oficial frances en una carta interceptada. En fin nos referimos á nuestros Periódicos con cuya combinacion hallaran los curiosos, con que formar una justa idea del mérito de una guarnición y vecindario, que podemos llamar modelo de patriotismo.

"Otra clase de equivocaciones hemos observado en otros impresos, enteramente perjudiciales á nuestra situacion. La plaza de Gerona está bien abastecida, y tiene sus géneros muy baratos, dice un Diario de Manresa: según el lenguaje de otros muchos han entrado en ella muchos convoyes, y muchos refuerzos de tropas; según otros el sitio de Gerona se ha levantado ha muchos días. Y á pesar de que ya desengañamos al Público en otra ocasión de la falsedad con que se decía que los enemigos no tenían municiones; prosiguen algunos impresos en la misma cantinela.

"Si mi triste voz se dexase oir por toda la peninsula (aunque me contentaría con que se oyese en el solo distrito de una jornada (1) clamaría con el mayor esfuerzo; catalanes, españoles, el heroismo del valor de Gerona humilla el orgullo frances, exercita su imaginacion, y detiene ante sus muros todo el exercito del más soberbio de los tiranos ha más de 5 meses; pero el heroismo patriótico de Gerona le ha conducido ya al término de carecer… (Juzgamos necesario publicarlo).

"No nos lisongeemos, ni dexemos llevar de voces infundadas; de la estension de tales noticias resultan acaso tantas privaciones como cruelmente sufrimos. ¿Dónde estan el dinero, los socorros, y los convoyes pintados en los impresos? La generosidad y patriotismo sin límites de los habitantes de Gerona los proporciona dentro de los estrechos límites de sus muros. El unico socorro, y convoy que nos ha llegado es el que en el primero del que rige entró á las órdenes del Mariscal de Campo D. Jaime Garcia Conde; más este con el aumento de bocas no podía sufragar por muchos días".

Sucesos del sitio.

Durante la noche anterior fue incesante y muy vivo el fuego de fusil por una y otra parte.

Al amanecer rompióse el fuego de artillería aun con mayor viveza, pues el enemigo añadió dos piezas más á la batería del Olivar contra San Cristobal y Alemanes. Al mediodía llevaba disparadas 1200 balas rasas, 22 granadas y 14 bombas, que en un espacio de menos de siete horas representan un fuego por demás violento. No hay que decir quelas brechas de Santa Lucía, Alemanes y San Cristóbal resultaron sumamente ensanchadas y accesibles.

La Plaza correspondió jugando su artillería con el mayor ardor, resultando un estruendo terrible.

Los dos Comandantes de artillería y de ingenieros, propusieron al General Alvarez una salida contra la trinchera enemiga por la parte de San Pedro de Galligans, cuya puerta apesar de haberse tapiado con mapostería después del abandono del castillo de Montjuich, ofreció el segundo de dichos Comandantes hacerla abrir y tapiar despues en pocas horas terminada que fuese la espedicion. Propusieron que la salida se verificase por dicha puerta para que la tropa no se hallase espuesta á los tiros de metralla de las baterías enemigas, como debía suceder saliendo por la puerta del Socorro, lográndose además con la menor distancia la posibilidad de caer de repente sobre la trinchera.

Aceptada por el general la proposicion de los dos gefes facultativos militares, se procedió á abrir la puerta de San Pedro, y entre dos y tres de la tarde salió por ella una parte de la guarnición de la Plaza en tres divisiones.

La primera de éstas, fuerte de quinientos hombres á las órdenes del Teniente Coronel, Comandante del segundo tercio de voluntarios de Barelona D. Juan Antonio Velasco se dirijió á caer por la espalda sobre las baterías del Olivar y trincheras del camino de Montjuich. La segunda de cuatrocientos hombres al mando del Coronel graduado D. Blas de Fournas, tomó la direccion por el pié de la muralla para echarse por la izquierda sobre los retrincheramientos y baterías de la torre de San Juan y la situada sobre el mismo camino. Iban á retaguardia, repartidos entre las dos primeras divisiones, todos los gastadores de la guarnición, una gruesa brigada de carpinteros y albañiles paisanos, prevenidos con picos, hachas y hazadones y el teniente coronel D. José Taberner, ayudante mayor de artillería con un destacamento de un sargento y veinte artilleros, que llevaban clavos, martillos, lanzafuegos, mechas y camisas embreadas. Además seguían á la primera división 160 trabajadores á las órdenes de dicho Taberner, y á la segunda 66 trabajadores más mandados por el cabo de zapadores Manuel Pérez. La tercera división constaba de 200 hombres y marchó por el camino del monasterio de San Daniel al mando del teniente coronel D. Ignacio Ramírez de Estenos, mayor del Regimiento de Borbón, con el objeto de tomar la loma de la montaña, á la izquierda de la batería, y contener á los enemigos que saliendo con fuerza del referido monasterio intentasen impedir el objeto de la salida.

La acción principió con mucho valor y acierto. La primera y segunda división atacaron, con bizarra intrepidez, las trincheras y baterías enemigas, las cuales fueron abandonadas enseguida por sus defensores que huyeron á refugiarse dentro del castillo de Montjuich, cuyo puente levadizo alzaron temerosos de verse allí mismo sorprendidos. Fue tal su pánico en el primer momento que hasta abandonaron sus baterías situadas en el foso del espresado castillo, retirando á toda prisa cuantos efectos tenían en ellas y entrenándolos por las brechas dentro del recinto de aquella fortaleza.

Las tropas de la primera y segunda división entraron en las tres baterías de las ruinas de la torre de San Juan y en la nueva colocada entre los dos caminos del castillo, apoderándose de toda la trinchera enemiga.

Los artilleros y trabajadores se ocuparon enseguida en clavar la artillería, inutilizar las cureñas, pegar fuego á los gabiones y arrasar los parapetos.

Mientras se realizaban estos trabajos, la vanguardia de la segunda división, avanzó hasta las inmediaciones del glacis del castillo de Montjuich y las tropas de la primera entraron en la batería del Olivar. Entonces la tercera que se componía en su mayor parte de migueletes habiéndose encontrado en el puente llamado del Obispo sobre el arroyo Galligans, cerca el monasterio de San Daniel, con un piquete de enemigos que le hizo algunas descargas creyendo mucho mayor su número, volvió las espaldas, retirándose con precipitación hacia la Plaza, sin que á los oficiales les hubiese sido posible contener la fuga de sus soldados.

Esta retirada desgració algo el éxito de una accion tan felizmente principiada. La tropa de la primera división que estaba entrando en la batería del Olivar, oyendo el fuego á su espalda y viendo que la tercera división se retiraba precipitadamente á la Plaza, temió verse cortada y abandonando el trabajo se retiró en desorden. Algunos de sus oficiales hicieron grandes esfuerzos para reunirla y hacerla volver á la trinchera, pero no pudieron conseguirlo, logrando solo reunir en un camino carretero, próximo á la batería nueva, unos treinta soldados y ocho artilleros, quienes se sostuvieron hasta recibir la orden de retirarse á la Plaza, lo que efectuaron sin haber podido clavar las piezas de la batería del Olivar.

Esta retirada de la primera división, preciso á la segunda á verificar lo mismo, si bien esta última la llevó á cabo en buen orden, después de dejar clavadas las piezas de las tres baterías inmediatas á las truinas de la torre de San Juan y de la otra batería nueva construida entre los dos caminos, habiendo incendiado los gabiones de las mismas é inutilizado cinco cureñas.

De este modo se mologró en parte, una acción felizmente comenzada, con la cual se hubieran retrasado notablemente los progresos de los ataques contra la Plaza, si se hubiese alcanzado la destruccion completa de las baterías de aquel punto y clavado toda su artillería.

Observando los sitiadores la precipitacion con que se retiraban los sitiados, se reanimaron y reforzados con las tropas que oportunamente habian ido en su auxilio desde las torres avanzadas de Montjuich, recobraron sus trincheras y baterías, protejidos por el fuego de metralla de dicho castillo. Rompieron desde ellas inmediatamente el de fusil, juntamente con el de obus del Puig den Roca, acompañado de 36 bombas y 65 granadas que durante la acción dispararon contra el caserío, desde la propia batería.

Las fuerzas que habían salido tuvieron una baja de 34 hombres entre muertos y heridos, y entraron dentro la Plaza al amparo de la artillería de la misma. Seguidamente se volvió á tapiar la puerta de San Pedro.

"Esta salida, dice Belmas, no fue infructuosa para el enemigo; había tenido tiempo para destruir nuestro ramales de trinchera delante de la paralela, de tal modo, que un trabajo de tres ó cuatro noches, en extremo sangriento, resultó enteramente perdido. Desde entonces se renunció á la idea de perfeccionar minando la brecha de Santa Lucia, que la artillería se encargó de acabar como mejor pudiera. Se supuso que bastarían las brechas de Alemanes, de las Letrinas y del baluarte de San Cristobal".

Relación de Nieto Samaniego, acerca la salida realizada en este día.

"Nómbrase de cada cuerpo de la guarnición un número de valerosos que se atrevan á formar con sus pechos una valla capaz no solo de vencer los parapetos, caminos cubiertos, cortaduras y otras obras enemigas, sinó también de resistir y superar las mismas bocas de los cañones de batir y de los obuses, contra las cuales tienen que marchar de frente.

"Juntanse en la plaza del vino, y formados en batalla, señalanse las divisiones: cada comandante es instruido del objeto de su arriesgada é interesante mision; y al cabo de una demora perniciosa y de mal agüero en todo servicio militar, principalmente cuando se trata de sorprender al enemigo antes sus mismos ojos: previos los preparativos de clavos, martillos, hachas y combustibles, desfilan por la derecha de aquellos bravos y se dirigen á la puerta de San Pedro, que por hallarse cerrada á cal y canto desde el abandono de Monjuich, la franquean en un momento los nervudos zapadores.

"Hecho un corto alto necesario en la plazuela de San Pedro de Galligans, y dispuestos los ánimos y las bayonetas á tan dura y atrevida empresa, aunque nada contribuyese en ésta, ni en las demás acciones difíciles y peligrosas, la virtud de la palabra, desfilan los Leones en silencio por la citada puerta; y tal es la caleridad con que muchos se precipitan sobre el enemigo (seguían á Fournás), que antes de ser vistos, le hicieron sentir los estragos del arma blanca en sus puestos.

"Visto por el enemigo el insigne y triunfante arrojo de los fieros, dispara de sus numerosas baterías un diluvio de fuego sobre los animosos que le atacan, pero nada basta á refrenar el tremendo ímpetu de los que desprecian sus fuegos y sus obras trepan á las baterías, clavan ó inutilizan los cañones y cureñas, cuya gloria es reservada á solo aquellos que intrépidamente asaltan los respectivos puntos de su destino, por que la fortuna ayuda á los atrevidos.

"Pero otros, por ser menos veloces en su carrera, menos afortunados en las atrevidas empresas de la guerra, por estar más distantes del objeto que exigía su valor no llegaron á su destino, antes que volviesen sobre ellos considerables refuerzos enemigos, con los reunidos que acababan de ser dispersos por un solo instante en sus mismos puntos. Porque ya que en los nuestros como en ellos es facil la dispersion en tales casos, queda solo á favor del enemigo, la facilidad de reunirse en la misma accion.

"Consiguieron muchos como se ha dicho el fruto de su insigne valor y gran fatiga, mientras que otros, por una desgracia inesplicable cuando no se trata de sonrojar la verdad, presentándola desnuda, no logran el objeto de su empresa, y todos se retiran, dando motivo al insigne Coronel Ingles Marshal, que presenciaba la escena á esclamar en este día, ¡gran victoria hemos perdido!. Algunos de los que estaban encargados de los combustibles, no sé por qué recóndita causa, no salieron de la plazuela de San Pedro de Galligans, aunque en la retirada se incorporasen en las filas de los bravos.

"Tan arriesgada y atrevida accion, no podía executarse sinó á costa de sangre, y sin embargo, atendidas todas las circunstancias, no salió tan cara como con toda probabilidad debió temerse, pues no tuvimos más heridos que los que expresa la relación siguiente.

"Heridos que resultaron de la salida hecha por la guarnición el día quince.

"De bala de fusil

20

"De cañón

6

"De casco de granada

5

"Contusos y fracturados

8

"De arma blanca

4

"Total

43

Parte del coronel D. Blas de Fournás.

"Habiéndose servido V. S. confiarme el mando de la primera columna, en la salida que se hizo ayer contra las obras del enemigo, V. S. fue testigo del arrojo con que la tropa de mi mando se echó sobre sus trincheras, entrando á un tiempo por la gola y por las troneras en las dos baterías colocadas sobre las ruinas de la torre de San Juan y en otra situada sobre el camino Real del castillo de Monjuich. El enemigo obligado á abandonarlas, dexó en nuestro poder algunos prisioneros é inmediatamente se clavaron sus cañones que en total en las tres baterías eran siete. No obstante, no se consiguió todo el fruto que se podía esperar de un principio tan lisonjero, por que, retirándose, algo en desorden, la tercera columna que se dirigia á contener las tropas enemigas que ocupaban San Daniel, sin haberse adelantado la segunda á apoderarse de la batería del olivar á cuyo ataque estaba destinada, los de mi mando viendo al mismo tiempo retroceder las guerrillas que habian perseguido al enemigo hasta la cruz cubierta de Pedret y los fosos de Monjuich, creyeron era la orden de una retirada general y siguieron aquellos movimientos, replegándose sobre la plaza, dando tiempo así á los enemigos para rehacerse y volver á ocupar sus parapetos.

"Mi segundo era el capitan de Borbon D. Luis de la Chesnaye, que debo recomendar á V. S., así como á los comandantes de los respectivos destacamentos, cuya oficialidad y tropa manifestaron en el ataque la mayor bizarria y particularmente el sargento 2.º graduado de subteniente del Regimiento de Borbon D. Francisco Jacobi que ya en tantas ocasiones se ha distinguido y en esta guiaba la guerilla de los granaderos de los Regimientos de Baza y de Hiberia; la que entró primera en las baterías. No debo tampoco pasar en silencio la accion de un tambor del 2.º tercio de Vich, quien dexó un momento su caxa para perseguir á pedradas á un soldado enemigo que huyendo tuvo que precipitarse por el Pedret en el camino Real y de allí al río donde se ahogó. Nuestra pérdida ha sido corta comparada á la del enemigo.

"Dios guarde á V. S. muchos años. Gerona 16 de septiembre de 1809.-- Blas de Fournas.-- Sr. D. Mariano Alvarez".


Notas

(1) - Alusión á Blake. Tornar al text


Bibliografia.

Extret de "Reseña histórica de los Sitios de Gerona en 1808 y 1809". Emilio Grahit y Papéll, Imprenta y libreria de Paciano Torres, Gerona. 1894.


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Administració de l'Exèrcit. Oficial de Comptaduria. Dibuix de Fèlix Xunclà, basat en "Uniformes Militares españoles. El Ejército y la Armada em 1808", de José Maria Bueno, 1982.



Administració de l'Exèrcit. Comissari de Guerra. Dibuix de Fèlix Xunclà, basat en "Uniformes Militares españoles. El Ejército y la Armada em 1808", de José Maria Bueno, 1982.



Dragons. Dragó del Regiment de Numància. Dibuix de Fèlix Xunclà. Basat en "Uniformes Militares Españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, Málaga, 1982.



Dragons. Dragó del Regiment de Lusitània. Dibuix de Fèlix Xunclà. Basat en "Uniformes Militares Españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, Málaga, 1982.



Dragons. Subtinent del Regiment de Numància. Dibuix de Fèlix Xunclà. Basat en "Uniformes Militares Españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, Málaga, 1982.



Dragons. Trompeta del Regiment de la Reina. Dibuix de Fèlix Xunclà. Basat en "Uniformes Militares Españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, Málaga, 1982.



Dragons. Dragó del Regiment d'Almansa en uniforme de feina. Dibuix de Fèlix Xunclà. Basat en "Uniformes Militares Españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, Málaga, 1982.